Debéis saber...

          La vida de cualquier niño está basada en el juego. Juegan por instinto propio, no por una orden exterior. Es fundamental para el crecimiento mental. Aquellos niños que son capaces de llevar a cabo un juego, se acercan a la posibilidad de llegar a tener éxito cuando crezcan. También es un medio clave para adaptarse a su entorno social y familiar, y así como comenzar a desarrollar su lenguaje y músculos, adquiriendo conciencia de su utilidad. Los niños muestran una gran fuerza motivadora e interés intrínseco a la hora de desarrollar juegos, por lo que si además éstos tienen fines educativos, el aprendizaje resultará más fácil y rápido.



          Es posible realizar una clasificación de los juegos según Piaget: de ejercicio, simbólicos o de ficción, construcción y reglados.
  • Juego de ejercicio: Consiste en ejercicios simples propios del estadio sensoriomotor. Desde los primeros meses los niños repiten toda clase de movimiento por puro placer, el cuerpo es la fuente de actividad. Ejemplo: chuparse los dedos, soltar el chupete.
  • Juego simbólico: Característicos de la etapa preconceptual. Implica la representación de un objeto por otro. Se inicia el lenguaje a esta edad, y así ayuda a esta capacidad de representación. Posibilidad de los juegos de ficción, los objetos se transforman para simbolizar otros que no están presentes. Por ejemplo, una muñeca representa una niña, un cubo de madera puede ser un camión…
  • Juegos de construcción: El niño es capaz de coordinar un conjunto de movimientos y de manipulaciones, de manera que se propone un fin, una meta. Por ejemplo, el cubo de madera que anteriormente representaba un camión, ahora puede servir para construirlo.
  • Juegos reglado: Son propios en los 4 o 7 años. Su inicio depende del entorno en el que vive el niño, la presencia de hermanos mayores, la escuela… Existe una regla que seguir en el juego, el niño debe tener en cuenta la opinión de otro, no sólo la suya.

          Hoy en día, desafortunadamente el juego y la escuela no se encuentran del todo unidos. El colegio por sus estrictas normas deja a un lado este método educativo, y las ideas de los educadores y padres son contrarias al uso de un tiempo determinado de juego en la escuela y dudosos del valor educativo que tiene el juego. Todos nosotros podemos cambiar esto y sumergir a vuestros hijos en el maravilloso mundo lúdico, del que pueden enriquecerse enormemente.