A pesar de las ya transcurridas Navidades, creo que la información que proporciono en esta entrada puede ser de gran utilidad para muchos/as padres y madres. Esta festividad es una época de elevados gastos para los más pequeños de la casa. Gastos en juguetes y equipos de juego que en numerosas ocasiones a la hora de realizar la compra podemos preguntarnos si acertamos comprando ese juguete determinado, y si le aportará beneficios a vuestros hijos.
Los niños con edades comprendidas entre los 3 y los 6 años comienzan a preocuparse por los juguetes que facilitan a estimular la destreza, fomentando las actividades, y favoreciendo el espíritu creador, por lo que le permitirá realizar una gran variedad de cosas. El niño se encuentra iniciando una comunicación con el resto de las personas, a través del dibujo, la palabra, la escritura o la música.
Si como padres queréis hallar los juguetes idóneos para vuestros hijos, es ideal que le proporcionéis juguetes que favorezcan su desarrollo físico e intelectual, al mismo tiempo que mejora las relaciones con adultos y otros niños. Los bolos, las pelotas, la cuerda y las bicicletas son algunos de los muchos juguetes que pueden ser adquiridos fácilmente y contribuirán en el desarrollo físico de vuestros hijos. En el caso del aspecto intelectual, debemos elegir otro tipos, como los desmontables, muñecas para vestir, complementos de enfermeras o médicos... Los lazos afectivos que entablen con otros niños, serán más estimulados mediante casas de juguetes, trenes eléctricos, juguetes mecánicos y simples juegos de mesa.
Hoy en día el mercado nos ofrece una amplia variedad de juguetes, permitiendo que el niño pueda realizar su primera aproximación sobre la profesión que desearía poseer pasados unos años. Algunos pueden imitar a sus padres, y otros más independientes, irán experimentando cambios de profesión a medida que van creciendo. Mediante la realización de esta práctica, el niño ensaya a modo de juego para su futura vida adulta.De este modo nunca podrá faltar el típico disfraz de la profesión elegida por el niño, junto con el instrumental correspondiente a ese oficio (jeringuillas, vendas, pizarras...)
Desde pequeños es primordial que tanto los niños como las niñas aprendan su obligación y deber de ayudar en casa con las labores de ella. Los juguetes como las "cocinitas" son magníficas para ello. Además, existen juguetes que imitan alimentos de plástico, caja registradora, y también simulan el dinero. A través de ellos, los pequeños pueden aprender el valor de las cosas, y adquirir hábitos saludables en cuanto a su alimentación. Otros juguetes que imitan trenes, barcos, camiones, animales y peluches, pueden ayudar al desarrollo de la creatividad en el niño, pues con su uso crea situaciones completamente imaginarias en cuanto al espacio geográfico y temporal.
Por tanto, gracias al juguete el niño encontrará nuevas emociones y novedades que aprender, favoreciendo la construcción de su personalidad y visión de lo que le rodea.
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